La Hipertensión

La hipertensión arterial es una enfermedad que consiste en un aumento constante de la presión de la sangre, que bombea el corazón, en el interior de las arterias.
ETIOLOGÍA (Causas tanto anatómicas como fisiológicas)
Dependiendo de sus causas, encontramos dos tipos principales:
- Hipertensión arterial esencial o primaria: Es la más común y nos referimos a ella cuando no hay una causa específica que la provoque. Es originada por un conjunto de factores hereditarios y ambientales que interactúan entre ellos dentro del organismo favoreciendo así su aparición.
Entre estos factores encontramos:
- Los antecedentes familiares: tener una mayor predisposición genética a poder padecerla.
- Al tener una edad avanzada aumentan las posibilidades de padecerla.
- La obesidad y la inactividad física: La acumulación de grasa y otros elementos en las arterias pueden provocar su estrechamiento y obstrucción (aterosclerosis).
- Una dieta alta en sodio y el consumo de alcohol y tabaco.
- El Sistema Nervioso Simpático (SNS): La activación de este sistema provoca un aumento de la actividad cardíaca del corazón: de sus contracciones, de su frecuencia y como resultado de la presión arterial.
- El Sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona (SRAA): La renina se convierte en angiotensina I y está en angiotensina II, que provoca la constricción de las paredes musculares de las arteriolas, aumentando así la presión arterial.
- La Resistencia Vascular Periférica: La tensión y el diámetro de las arterias influyen en la cantidad del flujo sanguíneo que admiten las arterias.
- Hipertensión secundaria: Se produce como una manifestación al consumo de algunos medicamentos o de otra enfermedad subyacente, como por ejemplo:
- Insuficiencia renal crónica: Se produce un deterioro de la función renal. Los riñones no eliminan de manera eficaz los desechos y los líquidos del organismo.
- Estenosis renal: Se produce un estrechamiento de las arterias renales.
- Estrechamiento de la arteria aorta: Se produce un estrechamiento de esta arteria, provocando una mayor actividad de bombeo del corazón para poder suministrar la sangre a todo el organismo.
- Apnea del sueño: Mientras la persona duerme, se produce una detención de la respiración, la cual se reinicia y se vuelve a detener varias veces durante el ciclo del sueño.
- Hipertiroidismo e Hipotiroidismo: Tanto el exceso como el déficit de la producción de las hormonas tiroideas, producen un aumento de la tensión.
PATOGENIA (Mecanismo de acción)
- El Sistema Nervioso Simpático (SNS): Es una parte del sistema nervioso central que se encarga de preparar al organismo para situaciones de emergencia o estrés. Cuando este sistema se activa, se libera un grupo de hormonas llamadas catecolaminas (adrenalina, y noradrenalina). Estas hormonas se encargan de activar los adrenoreceptores cardíacos, unos receptores que provocan un aumento de las contracciones del corazón, a su vez un aumento de la frecuencia cardiaco y de la presión arterial como resultado final.
- El Sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona (SRAA): Actúa a nivel de los riñones y es una secuencia de reacciones diseñadas para ayudar a regular la presión arterial. La renina es una enzima liberada por los riñones en el torrente sanguíneo que convierte el angiotensinógeno (una proteína del hígado) en la angiotensina I. La angiotensina I, es dividida a su vez en fragmentos por la enzima convertidora de la angiotensina. El segundo fragmento es la angiotensina II la cual provoca la vasoconstricción de las paredes musculares de las arteriolas y estimula la producción de la aldosterona, que es la hormona encargada de promover la retención de sodio y agua en el organismo. Como resultado final se produce un aumento de la tensión arterial.
- La resistencia vascular periférica: La obesidad puede causar una rigidez y estrechamiento de las arterias. Al ocurrir esto las arterias no aceptan la misma cantidad de flujo sanguíneo que transitaba antes en su interior y el organismo detecta una disminución del flujo de la sangre. Como respuesta, el corazón bombea más cantidad de sangre para poder mantener el nivel óptimo de flujo que debe transitar por las arterias y este sobreesfuerzo provoca un aumento de la tensión arterial.
- Las enfermedades o patologías renales: Debido a la imposibilidad que padecen los riñones para poder trabajar correctamente, se produce una retención del sodio en el organismo. El sodio atrae al agua, provocando un aumento del nivel de volumen intravascular, que es el nivel de líquido que hay dentro de los vasos sanguíneos. Este aumento provoca que el corazón tenga que bombear más cantidad de sangre por minuto (volumen sistólico) para mantener la correcta circulación sanguínea.
- Una dieta rica en sodio contribuye al aumento de líquidos dentro del organismo, aumentando así el volumen intravascular y como resultado final la presión arterial.
SEMIOLOGÍA (Manifestaciones)
La hipertensión no suele tener una manifestación característica. Por eso nos referimos a ella también como la muerte silenciosa, ya que es una enfermedad que no da aviso previo. La mayoría de personas que la padecen, a niveles altos, pueden sufrir, entre otros:
- Cefalea o dolores de cabeza.
- Mareos y vómitos.
- Dificultad para poder respirar.
- Visión borrosa.
- Nervios y ansiedad.
EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD, POSIBLES DE LAS COMPLICACIONES
La hipertensión puede causar daños y complicaciones en diferentes órganos:
1. Complicaciones en el sistema cardiovascular:
- Insuficiencia cardíaca: El corazón no puede bombear de manera correcta la sangre y no puede llegar a todo el organismo.
- Ataque cardíaco o infarto de miocardio: Se produce una obstrucción de alguna de las arterias coronarias. El corazón no puede recibir las cantidades necesarias de flujo de sangre ni de oxígeno y como consecuencia mueren las células del músculo cardiaco.
2. Los ictus o accidentes vasculares cerebrales (ACV) son interrupciones del riego sanguíneo en alguna parte del cerebro, debido a un estrechamiento u obstrucción de las arterias o a la rotura de un vaso sanguíneo. Esto provoca hipoxia en la zona afectada (reducción del suministro de oxígeno a los órganos y tejidos.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la hipertensión arterial consiste en la realización de la medición de la tensión arterial mediante un tensiómetro .Este aparato está formado por un manguito que se coloca en el brazo de la persona, por encima del codo, sentada y en reposo, sin hablar. Es necesario realizar esta medición o lectura varias veces al día (dos es suficiente) y durante diferentes horas para poder dar con el diagnóstico correcto.
La transcripción de su medición se expresa en milímetros de mercurio (mmHg) y de esta obtendremos dos valores, separados entre ellos:
- Presión sistólica o máxima (el número de arriba o el de la izquierda): Indica la presión que hay en el interior de las arterias cuando el corazón se contrae y bombea la sangre.
- Presión diastólica o mínima (el número de abajo o el de la derecha): Indica la presión que hay en el interior de las arterias cuando el corazón permanece en reposo entre latidos. Podemos considerar que la presión arterial es alta (hipertensión) si la medición de la presión arterial es de 130/80 mmHg o superior. Estos valores son diferentes para niños o personas de edades tempranas.
A continuación, podemos observar una tabla con diferentes valores, los cuales nos indican el grado:

En el caso de un diagnóstico que confirme la enfermedad, se pueden realizar otras pruebas
complementarias, como por ejemplo análisis de sangre y de orina o electrocardiogramas
para ver cuáles pueden ser los causantes o cómo influye la enfermedad en el organismo.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
La tensión alta es una enfermedad que no dispone de una cura. El tratamiento farmacológico tiene la función bajarla y de mantener la tensión arterial en un nivel estable. Las opciones de tratamiento médico que podemos encontrar son muy variadas, dependiendo de la situación individual de cada paciente. Los grupos de medicamentos más utilizados son:
- Antagonistas de los receptores de angiotensina I: Impiden la contracción de las arterias. Ej: Losartán.
- Betabloqueantes: Disminuyen el ritmo cardíaco bloqueando la acción de la hormona adrenalina. Ej: Propanolol.
- Diuréticos: Favorecen la eliminación de líquidos del organismo mediante la orina. Ej: indapamida.
- Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA): Impiden que dicha enzima o sustancia reduzca el diámetro de las arterias. Ej: Ramipril.
- Calcioantagonistas: Ayudan a la relajación de las arterias mediante la reducción del calcio a los vasos sanguíneos, ya que éste potencia la actividad cardiaca. Diltiazem.
MEDIDAS HIGIÉNICO-DIETÉTICAS
Hay diversas medidas higiénico-dietéticas que pueden ayudar a disminuir las afectaciones que esta enfermedad puede generar en nuestro organismo, además de ayudarnos a prevenir o retardar su aparición:
- Mejorar la alimentación: Aumentar el consumo de frutas y verduras ya que contienen grandes cantidades de potasio y este mineral ayuda a reducir los efectos del sodio en nuestro organismo y como resultado se produce una disminución de la presión arterial. También es recomendado consumir la cantidad diaria recomendada de productos lácteos bajos en grasas (desnatados), cereales integrales y frutos secos naturales. Respecto al consumo de carne, se recomiendan las carnes magras con poca grasa y consumir pescados que sean ricos en ácidos grasos omega-3 , como el salmón o el atún, ya que este tipo de grasas ayudan a controlar el colesterol malo (LDL).
- Reducir la ingesta de sal o eliminarla lo máximo posible: Ingerir diariamente una cantidad inferior a 6 gramos de sal o la medida de una cucharadita de café. Evitar también los alimentos procesados o salados, como embutidos, conservas y patatas fritas, entre otros.
- Consumir café con moderación.
- Evitar la ingesta de alcohol y no fumar.
- Reducir el peso corporal en personas con sobrepeso.
- Realizar actividad física con regularidad durante 30 minutos diarios, como puede ser caminar a un ritmo rápido.
- Controlar el nivel de estrés, ya que su aparición activa mecanismos en el organismo que producen una alteración en la actividad cardíaca.
- Controlar el nivel de glucemia: Un nivel adecuado de glucosa en el organismo favorece un nivel óptimo de tensión arterial.
- Hacer un control de los niveles de tensión arterial mediante la realización de mediciones, que se pueden realizar de forma autónoma en casa o en centros especializados, como pueden ser las oficinas de farmacia.
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